martes, 21 de mayo de 2013

Ensayos pasados XV

Mi ser yo

Autor: José Pablo Frete Yódice, 21 de Octubre de 2012

* Prohibido plagiar

A mí me cuestan tantas cosas, mayormente lo que es simple puede resultar complicado en lugar de que una cosa difícil pretenda sencillez.
Sé quién soy, cómo soy, qué soy.
Pero tal vez no sea, debido a mi esquizofrenia pasiva, a mi bipolaridad tranquila, uno solo. Y quizás deba ser más de uno mismo y esté esparcido en no tan grandes cantidades el ser yo mío. Parecería mala educación de mi parte fusionar a Freud, Erich Fromm, Sartre y Heidegger para tratar de hacer una introspección mía aunque no creo que así lo fuese.
Estoy en contra de que el "YO" sea categorizado en varios yo, como lo hizo el padre del psicoanálisis. A la par de ello, creo que es absurdo relacionar al ser con asuntos que nada tienen que ver si vamos a desarrollar una filosofía en serio. El ser es propiedad del yo y viceversa. Entonces, esto da lugar al SER YO.
El 'ser yo' es lo verdaderamente válido en todo humano. Y eso es lo que no puedo descubrir en mí mismo hasta ahora y capaz no lo logre jamás. Y si consigo esa meta, lo más probable es que siga comportándome como un insatisfecho punk. O ñembo. Sé al menos lo básico, he'i aku Carmiña Masi, sin serlo. Porque si lo fuera en realidad o aparentase serlo, sería un grandísimo ignorante y mis conocimientos no se mantendrían en constante expansión.
Por citar algunos ejemplos: Sé que soy blanco. Sé que tengo una familia. Sé que vengo de la panza de mi mamá. Sé que voy a morirme alguna vez y un largo etcétera, así podemos ir contando, jaha hese hína. Ahora viene la cuestión densa: ¿Cuál de todas esas imágenes poseídas por mi mente y que se transmiten al mundo real creen que soy yo? ¿Cuál es mi auténtico ser yo? Sí, sé que soy único, mas mis escasas repeticiones del ser yo igualmente son únicas. ¿Cómo sé que son pocas en números? Porque está todo bajo control en mi ser yo. No tengo idea de cuántos ser yo hay, pero al tratarse de este tema profundo, conservo la seguridad de y en mí mismo. Y si estuviese inseguro, no sabría ni siquiera si existen pocos o varios o nada de ser yo.
¿A qué conclusión llego tras reflexionar de esta manera sobre mi persona? Como era de esperarse, a tres, no a una tajante e inapelable. La influencia de un factor interno, cual en este caso lo son los trastornos de la personalidad, determina mucho más que factores externos en un ser humano como yo. No va a cambiar demasiado el día que me den de alta con el antidepresivo DOZIC y el ansiolítico PRAXO. Pese a aquello, todo va a continuar siendo controlable desde mi buena voluntad. Otro aspecto positivo es que preservar la diversidad humana dentro de la conducta diaria ofrece gozo a todo, al alma, al corazón, al espíritu, a la mente, a la vida, debido a la creatividad que se exprese a posteriori, a pesar de cada avatar presente. El único rasgo negativo es la cuestión de actitudes impredecibles y cambiantes dependiendo según la ocasión, las personas que rodeen a alguien así. La creencia general va a caracterizarse por la disparidad y predominará la opinión de que al igual que una inmensa mayoría, los que somos como somos usamos dobles personalidades, utilizamos máscaras variadas, acaso a veces para utilizar como coraza y de este modo protegernos de no sé qué o mera hipocresía. En fin, cosas como esas. Ciertamente, no me hallo solitario en todo esto y formo parte de un grupo masivo de herederos de Adán y Eva. Sobre todo cuando me refiero a la timidez. Esa introversión que ellos sintieron al pillar que se encontraban desnudos frente a Dios y el Paraíso. El bien y el mal, la lindura y la fealdad. Al mostrar tanta sinceridad como ahora aquí, me siento feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario