jueves, 16 de mayo de 2013

Ensayos pasados IV

Sobre el matrimonio igualitario en Inglaterra y alrededores

La Cámara de los Comunes dio media sanción al proyecto de ley del matrimonio igualitario para Inglaterra y Gales. Ahora pasó a la Cámara de los Lores.
Fueron decisivas las influencias del primer ministro tory David Cameron, la monarquía británica y la Iglesia Anglicana, favorables a la propuesta. Pero Cameron no contó con el apoyo de sus correligionarios tories, tuvo a su favor a la oposición laborista, a liberales y demócratas con los cuales consiguió aliarse para tal efecto.
El matrimonio igualitario formó parte de su promesa electoral en la primera elección ganada e igualmente hoy que está buscando la reelección para el 2015. Ante la escasez de poder de los católicos y aprovechando las divisiones entre los independentistas, en Gales no hubo problemas. La idea de Cameron es que entre en vigor una vez iniciado el 2014.
Se aseguró también a Escocia hace poco para que la ley empiece a regir a partir de 2015, antes de las elecciones a las cuales piensa presentarse otra vez. La Iglesia Católica en Escocia, así como en Gales, no posee demasiado peso como para influenciar y además tiene enfrente no solamente a los anglicanos, sino también a la Iglesia Presbiteriana. Lo que sostiene a la Iglesia Católica en Escocia y Gales son los independentistas, en su mayoría católicos, aunque muy distanciados.
La cosa, sin embargo, les va bien a los católicos en la Irlanda independiente e Irlanda del Norte. Ambas Irlandas siguen siendo un gran dolor de cabeza para Cameron. Pese a su condición independiente, la Irlanda del Eire ostenta un poder que de sobremanera pretende sin claudicaciones acabar con el poder de Londres y de esa manera que se independicen los demás. En Irlanda del Norte, país mayoritariamente protestante, los católicos están divididos por el matrimonio igualitario pero los que están en contra son más numerosos.
Los protestantes, entre evangélicos, presbiterianos, anglicanos y otros, están a favor.
El pa’a dentro de los no católicos mencionados en Irlanda del Norte son sus eternos dirigentes religiosos, como la cara más conocida de ellos: el Reverendo Ian Paisley… y su hijo y potable sucesor: Ian Paisley Junior, ambos presbiterianos. Padre e hijo han sido, según la prensa internacional, homosexuales en algún momento de sus vidas. Fue un escándalo en su momento dicha revelación. El Reverendo, casado y con hijos, dejó de lado su constante campaña característica contra los homosexuales, a partir de entonces, adoptando una postura ambigua tratando de quedar bien tanto con opositores y pro-matrimonio igualitario, sin admitir las informaciones periodísticas. Su hijo, también casado y con hijos, mas no religioso, tampoco reconoció los informes a la prensa y hasta la actualidad continúa con una campaña mucho más fuerte de tono contra el matrimonio igualitario. Tanto él como su padre fueron miembros del Parlamento Británico. Tanto él como su padre se oponen a muerte que Irlanda del Norte se independice. Tanto él como su padre son fanáticos de su religión y rechazan todo acercamiento a la Iglesia Católica. El Reverendo Paisley estuvo vinculado a grupos terroristas antiindependencia y una vez en pleno discurso del Papa Juan Pablo II en el Parlamento Europeo, allá por 1988, le interrumpió diciéndole que era el Anticristo.
Este problema que tienen en Irlanda del Norte los no católicos, le sirve muchísimo a la otra Irlanda, prácticamente católica en su totalidad que todavía influye sobre su vecina rival de siempre. En la Irlanda católica e independiente, los católicos en el poder, para asombro de propios y extraños, apoya el matrimonio igualitario tras años de mantenerse en contra. La única condición que ponen: que se apruebe sin derecho a adopción de criaturas. La contradicción aquí es que los irlandeses católicos no quieren que vaya a aprobarse la ley de ninguna manera en la Irlanda aún dependiente de Gran Bretaña. Downing Street no cambiará si pierde Cameron y vuelven los laboristas. Ellos están de acuerdo en lo mismo con el actual primer ministro, y en caso de no ser reelegido en las elecciones de 2015, tratarán de completar su trabajo a menos que por el camino se antagonicen como actualmente se encuentra el Partido Conservador de Cameron, que no halla nada de ayuda por parte de su partido. Y puede que esto sea uno de los puntos débiles en el camino rumbo a la reelección. Tiempo atrás los baños de sangre eran por independencia, terrorismo y religión. El futuro es incierto cuando se trata de quienes están a favor y en contra del matrimonio igualitario en las Islas Británicas. Esta presente temática corre el riesgo, independientemente de las opiniones vertidas de cada uno de los dos bandos, de que la historia de fuego y sangre por las calles, se repita, sí con el terrorismo fulminado para siempre pero latente se está a sabiendas de las todavía ansias de independencia y del carácter iracundo de quienes se apoyan en ese objetivo y en sus creencias religiosas, así también se comportan los que quieren seguir bajo la Corona Británica, apegándose bastante a sus religiones y chocan con el tema en cuestión el cual pasó a primer plano antes que la independencia y la religión. Lo que menos conviene es que de acá a cierta época resurja la violencia física, puesto que la violencia verbal en los debates sobre si aprobar o desaprobar el matrimonio igualitario ha vuelto con mayor fuerza que nunca, sobre todo como afirmé previamente, en Irlanda e Irlanda del Norte. Sea David Cameron, sea el Partido Laborista o quien sea, se debe llegar a una fórmula conciliadora a corto o mediano plazo para no volver a las tempestades callejeras del pasado, cuyo costo en cuanto a víctimas fue una de las peores tragedias que la humanidad conoció y está obligada, primero, a no permitir que regrese aquel fantasma mortífero para mal o para peor, y segundo, no olvidar, haciendo memoria constante.

Autor: José Pablo Frete Yódice, 7 de Febrero de 2013

* Prohibido plagiar

No hay comentarios:

Publicar un comentario