viernes, 7 de junio de 2013

LA SIRENA DE HOLLYWOOD

Siempre me ratonearon sus años mozos. Y siempre dije que la MGM no hubiera sido nada, no sin sus fundadores, sino sin sus leones y sin Esther Williams. Esas fueron y serán por siempre las caras de la Metro.
Una de las últimas que quedaban de la edad dorada de Hollywood se ha ido a los 92. Así es la vida.
Las leyendas van yéndose no sin antes haberse convertido en mito viviente. Belleza pura he'i el Bamba, así era Esther Williams, quien ahora se encargará de la piscina del cielo mientras aquí en la tierra las películas de su juventud sigan humedeciendo, perennes, a muchas generaciones.


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