¿Por qué no biografía?
La mía, paraguaya,
algún temblor de esteros imantados
por la luna del trópico,
la noche tropical y las mujeres
más hondas que la noche;
por qué no guacamayos luminosos
rojas aves del sueño, caimanes fabulosos
la vacilante luz de los jazmines,
naranjas perfumadas por la noche;
el inventario
fascinante y folklórico
que nos atan al cuello
cada vez que queremos
hablar como nosotros.
Pero no, compañeros,
la luna es siempre la luna
el aire es aire
pero el hombre no es Hombre
algunas veces,
a veces, cuando olvida
su cara en un espejo.
Te agradezco, Abenámar,
tu cortesía aquesta
mas disiento.
Si vine a hablar de mí
frente a vosotros,
si he venido a explicarme
no haré ningún discurso
ni tronaré, patético,
en el podio.
Con toda cortesía
(todo orgullo)
me llevare la mano a los bolsillos
al corazón, al cuello
al calzoncillo
para hallar y enseñar
discretamente
esta raíz oscura e incompleta
que me crece por dentro.
La mía, paraguaya,
algún temblor de esteros imantados
por la luna del trópico,
la noche tropical y las mujeres
más hondas que la noche;
por qué no guacamayos luminosos
rojas aves del sueño, caimanes fabulosos
la vacilante luz de los jazmines,
naranjas perfumadas por la noche;
el inventario
fascinante y folklórico
que nos atan al cuello
cada vez que queremos
hablar como nosotros.
Pero no, compañeros,
la luna es siempre la luna
el aire es aire
pero el hombre no es Hombre
algunas veces,
a veces, cuando olvida
su cara en un espejo.
Te agradezco, Abenámar,
tu cortesía aquesta
mas disiento.
Si vine a hablar de mí
frente a vosotros,
si he venido a explicarme
no haré ningún discurso
ni tronaré, patético,
en el podio.
Con toda cortesía
(todo orgullo)
me llevare la mano a los bolsillos
al corazón, al cuello
al calzoncillo
para hallar y enseñar
discretamente
esta raíz oscura e incompleta
que me crece por dentro.
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