Editorial del
Miércoles 15 de Agosto de 2012
El Lunes 15 de Agosto de 1537 era fundada la
Casa Fuerte Nuestra Señora de la Asunción por el español
Juan de Salazar y Espinosa. Fue ciudad recién a partir del Viernes 16 de
Setiembre de 1541 con la creación del Cabildo, que convertía a Asunción en
capital de la Provincia
del Río de la Plata.
La Madre
de Ciudades cumple hoy 475 años de existencia.
Estoy orgulloso de ser asunceno. Eso está clarísimo. Las
panorámicas que de alguna u otra manera tanto a la luz del día como en la
oscuridad de la noche podemos contemplar asuncenos de raza, asuncenos por
adopción y visitantes foráneos, no mienten la belleza que tiene impregnada mi
ciudad natal. Asunción en cierto modo, es una delicia para la vista. Es una de
las ciudades más preciosas del continente y del mundo.
Capítulo aparte es cuando salimos de la fantasía generada
por el paisaje y nos volcamos hacia la brusca realidad de asignaturas
pendientes para con la comunidad asuncena.
La capital paraguaya merece desde hace bastante tiempo
colocarse a la altura de las grandes urbes del Primer Mundo. Me parece una
aberración que asuncenos y asuncenas tengamos como intendente al colorado
Arnaldo Samaniego, a quien por suerte no voté.
No aporto nada nuevo si digo que la corrupción municipal
sigue tan campante como nunca bajo su gestión. Todo bien con los festejos
citadinos. Pero no caigamos en el típico conformismo nacional y nos quedemos
con aquello. La celebración capitalina debe ser una constante. Y de ninguna
forma es exclusiva responsabilidad de quienes manejan la alcaldía de esta
ciudad capital. Es asunto que involucra a todos sus habitantes.
Quisiera contar con los dedos de las manos las cosas que nos
hacen demasiado falta a los capitalinos, mas siempre me será imposible. Este
aniversario ciudadano, capaz el más especial del cual he sido privilegiado
testigo, merece aprovecharse sin desperdicio alguno. Ni se nos ocurra a los
asuncenos pensar a corto, mediano o largo plazo. La capital nos necesita, y
mucho. Ahora es el turno propicio para generar toda una auténtica conciencia asuncena
en cadena con consecuencias ciudadanas favorables. Hay que comenzar con dejar
de acordarnos de Asunción sólo durante su cumpleaños, que para más es feriado.
¡Qué generosa que es con sus hijos Asunción! Viviremos más
felices si a ella la tenemos presente y la empujamos a un crecimiento aceptable
permanentemente. No sé si tornaremos al esplendor capitalino de décadas
anteriores, lo que apuesto con seguridad es la obligada recuperación del amor
por la ciudad capital. La mujer bañada por el río que lleva el nombre de su amado,
el Paraguay, nos lo agradecerá eternamente, porque así como concibió a sus
ciudadanos, así, silenciosamente lastimada con suma paciencia a cuestas por el
paso de tantos veranos, tantos otoños, tantos inviernos y tantas primaveras, no
cabe duda de que lo de amparo y reparo aún rige, no se limita a los libros de
historia.
Autor: José Pablo Frete Yódice, 15 de Agosto de 2012
* Prohibido plagiar
Autor: José Pablo Frete Yódice, 15 de Agosto de 2012
* Prohibido plagiar
No hay comentarios:
Publicar un comentario